Buen
día, que Dios sea su fortaleza en este día.
En respuesta a la Pregunta: “!hola! Necesito ayuda
con: el tema de Naaman y Eliseo especialmente el verso 17 del capítulo 5 de 2
Reyes y si hay un significado al zambullirse 7 veces en el río.”
Este pasaje del Antiguo Testamento, nos deja
muchas enseñanzas que podríamos aplicar a nuestras vidas de hoy. En lo que a mí
respecta en toda esta historia me llama más la actitud de Giezi, quien puso su
mirada en las riquezas.
Pero
en lo concerniente a Naamán, general del ejército real sirio quien se
encontraba enfermo de lepra. Quien es enviado por el rey a pedir su sanación al
profeta Eliseo, el mismo que le pide hacer algo tan sencillo, sumergirse en el
río Jordán siete veces. Naamán reacciona molesto ante la orden de Eliseo ya que
Naaman seguramente pesaba que Eliseo iba a hacer algo extraordinario o que le mandaría
a hacer algo más espectacular e importante.
Naaman
se consideraba alguien importante por su cargo pero cuando llegó al lugar donde
habitaba el profeta, descendió de su carro y se paró a la puerta, pero el
profeta le envió un mensajero quien le dijo que se sumergiera 7 veces en el río
Jordán y con esto sería limpio de su lepra. El general se fue muy molesto, pues
pensaba que el profeta se pondría de pie frente a él le rendiría honores y
después de invocar el nombre de su Dios, lo tocaría y de este modo seria limpio
de su lepra, pues en su opinión en Siria existían mejores ríos, sumado a esto
que el Profeta no salió en persona a recibirlo.
Los
soldados que estaban a su servicio lo convencieron de que hiciera lo que el
profeta le había mandado, ya que se trataba de algo muy simple, fue así que se dirigió
al río Jordán y se sumergió como le fue ordenado y su cuerpo quedo limpio,
entonces regreso a ver al profeta, para pagarle por la sanación, pero el
profeta no quiso aceptar pago alguno, y lo envió en paz.
Pero
Gazí siguió a Naaman le pidió vestidos en nombre de su señor, y los escondió.
Cuando llegó a presencia del Profeta, éste le preguntó de dónde venía. Él dijo
que no había ido a ninguna parte. Pero el Profeta le dijo que el sabía todo lo
que había hecho, y la lepra de le pegó a él, ese sería su castigo por sus
hechos.
Una
vez que tenemos la sinopsis del relato, Les comento que no encuentro un
significado especial el sumergirse las siete veces en el Jordán, o que cada zambullida
signifique algo como algunos pretenden decir, lo que veo es que el Profeta
quiere apabullar la arrogancia de Nammán, ahora bien, a menudo en nuestra vida,
tendemos en nuestra búsqueda y relación con Dios tener la actitud de Naamán.
Queremos o mejor dicho “exigimos” algo espectacular para convencernos de la
presencia de Dios, queremos que sucedan cosas tremendas manifestaciones
poderosas de Dios y sin embargo en lo personal puedo ver que Dios se manifiesta
en las cosas sencillas, en los acontecimientos y deseos comunes y corrientes en
donde podemos y debemos encontrarnos con Dios, su poder y soberanía.
Esto
es lo que yo considero “experiencia de Dios”, esa experiencia que nos hace más
humanos cuando somos más “semejantes a Cristo”. Podemos obtener la experiencia
de la presencia del Espíritu Santo cuando no caminamos en pos de nuestros
propios intereses o con tanto “ruido” dentro y fuera nuestro que somos
incapaces de ver y oír lo que está un poco más allá de nosotros.
Me pregunto una vez más,
porque muchas veces actuamos como Naaman, creyendo que somos muy importantes,
que merecemos la atención de los demás, que nuestro problema es más grande por
lo cual requiere de ser atendido por alguien muy importante, y como nosotros
queremos, a la hora que queremos, del modo que a nosotros nos parezca mejor. Si
las cosas no resultan así nos molestamos y hasta blasfemamos.
Tome en cuenta que el
mundo no gira en relación a nosotros, que siempre existirán problemas más
grandes y más pequeños que los nuestros, personas más grandes y más pequeñas
que nosotros, más aun cuando estamos frente a la majestad de Dios, por nuestros
pensamientos no son sus pensamientos, la solución a nuestro problema es tan
fácil, que ni siquiera la tomamos en consideración, y no siempre proveerse de
bienes materiales es lo más importante, pues recordemos que el amor, la
amistad, la lealtad, la dignidad, etc., no tienen precio.
Y lo más importante, que
Dios utiliza a las personas, para guiarnos, para aconsejarnos, incluso para
reprendernos. Pero existen muchos falsos siervos de Dios, que valiéndose de la
ignorancia de la gente, quieren sacar ventaja, exigiendo pago por los
beneficios que solo Dios los da. Así como Geizi siervo de Eliseo, busquemos a
Dios démosle gracias por las cosas sencillas que hace en nuestras vidas y no nos
dejemos engañar por quienes quieren vender la fe.
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