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martes, 21 de enero de 2020

La lepra de Naamán

Buen día, que Dios sea su fortaleza en este día.

En respuesta a la Pregunta: “!hola! Necesito ayuda con: el tema de Naaman y Eliseo especialmente el verso 17 del capítulo 5 de 2 Reyes y si hay un significado al zambullirse 7 veces en el río.”

 Este pasaje del Antiguo Testamento, nos deja muchas enseñanzas que podríamos aplicar a nuestras vidas de hoy. En lo que a mí respecta en toda esta historia me llama más la actitud de Giezi, quien puso su mirada en las riquezas.
Pero en lo concerniente a Naamán, general del ejército real sirio quien se encontraba enfermo de lepra. Quien es enviado por el rey a pedir su sanación al profeta Eliseo, el mismo que le pide hacer algo tan sencillo, sumergirse en el río Jordán siete veces. Naamán reacciona molesto ante la orden de Eliseo ya que Naaman seguramente pesaba que Eliseo iba a hacer algo extraordinario o que le mandaría a hacer algo más espectacular e importante.

Naaman se consideraba alguien importante por su cargo pero cuando llegó al lugar donde habitaba el profeta, descendió de su carro y se paró a la puerta, pero el profeta le envió un mensajero quien le dijo que se sumergiera 7 veces en el río Jordán y con esto sería limpio de su lepra. El general se fue muy molesto, pues pensaba que el profeta se pondría de pie frente a él le rendiría honores y después de invocar el nombre de su Dios, lo tocaría y de este modo seria limpio de su lepra, pues en su opinión en Siria existían mejores ríos, sumado a esto que el Profeta no salió en persona a recibirlo.

Los soldados que estaban a su servicio lo convencieron de que hiciera lo que el profeta le había mandado, ya que se trataba de algo muy simple, fue así que se dirigió al río Jordán y se sumergió como le fue ordenado y su cuerpo quedo limpio, entonces regreso a ver al profeta, para pagarle por la sanación, pero el profeta no quiso aceptar pago alguno, y lo envió en paz.

Pero Gazí siguió a Naaman le pidió vestidos en nombre de su señor, y los escondió. Cuando llegó a presencia del Profeta, éste le preguntó de dónde venía. Él dijo que no había ido a ninguna parte. Pero el Profeta le dijo que el sabía todo lo que había hecho, y la lepra de le pegó a él, ese sería su castigo por sus hechos.

Una vez que tenemos la sinopsis del relato, Les comento que no encuentro un significado especial el sumergirse las siete veces en el Jordán, o que cada zambullida signifique algo como algunos pretenden decir, lo que veo es que el Profeta quiere apabullar la arrogancia de Nammán, ahora bien, a menudo en nuestra vida, tendemos en nuestra búsqueda y relación con Dios tener la actitud de Naamán. Queremos o mejor dicho “exigimos” algo espectacular para convencernos de la presencia de Dios, queremos que sucedan cosas tremendas manifestaciones poderosas de Dios y sin embargo en lo personal puedo ver que Dios se manifiesta en las cosas sencillas, en los acontecimientos y deseos comunes y corrientes en donde podemos y debemos encontrarnos con Dios, su poder y soberanía.

Esto es lo que yo considero “experiencia de Dios”, esa experiencia que nos hace más humanos cuando somos más “semejantes a Cristo”. Podemos obtener la experiencia de la presencia del Espíritu Santo cuando no caminamos en pos de nuestros propios intereses o con tanto “ruido” dentro y fuera nuestro que somos incapaces de ver y oír lo que está un poco más allá de nosotros.

Me pregunto una vez más, porque muchas veces actuamos como Naaman, creyendo que somos muy importantes, que merecemos la atención de los demás, que nuestro problema es más grande por lo cual requiere de ser atendido por alguien muy importante, y como nosotros queremos, a la hora que queremos, del modo que a nosotros nos parezca mejor. Si las cosas no resultan así nos molestamos y hasta blasfemamos.

Tome en cuenta que el mundo no gira en relación a nosotros, que siempre existirán problemas más grandes y más pequeños que los nuestros, personas más grandes y más pequeñas que nosotros, más aun cuando estamos frente a la majestad de Dios, por nuestros pensamientos no son sus pensamientos, la solución a nuestro problema es tan fácil, que ni siquiera la tomamos en consideración, y no siempre proveerse de bienes materiales es lo más importante, pues recordemos que el amor, la amistad, la lealtad, la dignidad, etc., no tienen precio.

Y lo más importante, que Dios utiliza a las personas, para guiarnos, para aconsejarnos, incluso para reprendernos. Pero existen muchos falsos siervos de Dios, que valiéndose de la ignorancia de la gente, quieren sacar ventaja, exigiendo pago por los beneficios que solo Dios los da. Así como Geizi siervo de Eliseo, busquemos a Dios démosle gracias por las cosas sencillas que hace en nuestras vidas y no nos dejemos engañar por quienes quieren vender la fe.

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