Los Beneficios De La Oración
1. Para obtener respuesta de Dios y conocer más a Dios.
Jeremías 33:3 Clama a mí, porque yo te responderé. Te mostrare cosas grandiosas e
inimaginables que tú no conoces.
2. Para obtener paz y descanso aun en momentos difíciles
Filipenses 4:6-7 6No estén desmedidamente preocupados y ansiosos por nada, más
bien pídanle al Señor lo que necesiten, siendo agradecidos.
ayuda más allá de lo que podamos comprender, pensamientos en Jesucristo.
Mateo 11:28 Vengan a mí los que estén cansados y cargados, que yo los haré descanzar
3. Para ser fortalecidos ante la tentación
Mateo 26:41 Manténganse alertas y en oración, para que no caigan en tentación.
Porque aunque nuestro espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, nuestra naturaleza pecaminosa, es débil.
martes, 29 de agosto de 2017
lunes, 28 de agosto de 2017
QUE ES LA ORACION
¿Que es la oración?
La oración es hablar con Dios, como hablamos con un amigo, podemos contarle lo que nos pasa, podemos contarle las cosas que no se las contamos a nadie. En su infinito amor Dios quiere tener una relacion con nosotros.
Tiene que pensar primero que Dios esta esperando escucharle, cuando conversa con Él esta teniendo una relacion de amigos. Jesús es un amigo que le puede ayudar mucho más de lo que cree. A Jesús le gusta que seamos sinceros cuando oramos, Él no necesita palabras dificiles, pues entiende todo lo que le quiera decir.
Estos son algunos versos de la biblia que hablan de la oración:
1 tesalonicenses 16:20
"Estén siempre contentos. Oren en todo momento.Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes como cristianos que son. No alejen de ustedes al Espíritu Santo"
Filipenses 4:6-7
"No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo".
Santiago 5:13
"Si alguno de ustedes está triste, póngase a orar. Si está alegre, alabe a Dios con cánticos".
martes, 22 de agosto de 2017
POR QUE LA LLAMAMOS ESCRITURAS
A la palabra de Dios muchas veces se la define como las Escrituras, según la definición más básica, las Escrituras es el conjunto de las palabras de Dios. Consta de los 39 libros del Antiguo Testamento (Luc 24.44-45) y los 27 del Nuevo (2Ped 3.15-16). En otras palabras, las Escrituras es la Biblia.
Revisemos unos pasajes de la Biblia que nos dan un mejor entendimiento de esta definición de las Escrituras.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos? [Mat 21.42]
El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. [Hech 8.32] Según estos pasajes, la Escritura es algo que usted puede leer (revise también: Mar 12.10; Luc 24.27, 32).
Es algo maravilloso que lo podemos tener en nuestras manos, disfrutar estudiando. Las Escrituras, también, es algo que usted puede escudriñar todos los días. O sea, es algo que puede obtener, y esperar que Dios le hable cada día de su vida.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando Escudriñad cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. [Hech 17.11]
las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. [Juan 5.39]
Además, “las Escrituras” no se refiere únicamente a “los originales inspirados”. Se refiere también (y honestamente mucho más a menudo) a las copias y traducciones de los originales que uno (como usted) puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar en su propio idioma todos los días. O sea, es una copia y una traducción de lo que se escribió antes.
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. [Rom 15.4]
Puesto que las Escrituras es el conjunto de las palabras preservadas de Dios podemos entender que las copias y las traducciones de ella son tan “inspiradas” como los originales. Vemos esta verdad claramente en 2Timoteo. 15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. [2Tim 3.15-17]
Según el versículo 15 arriba, Timoteo, durante el primer siglo, tenía las “Sagradas Escrituras”. Entonces, otra vez vemos que las Escrituras es algo que uno puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar todos los días para ser sabio. Según el versículo 16, toda esta Escritura que Timoteo tenía, leía y estudiaba para ser sabio, era “inspirada”. Ponga mucha atención a lo que la Biblia dice aquí. Este pasaje no se trata de “los originales” sino de copias y traducciones que Timoteo tenía en su posesión. El versículo 17 dice que esta Escritura inspirada (copias y traducciones de los originales) es todo lo que el cristiano necesita para llegar a ser y a hacer todo lo que Dios quiere. “Las Escrituras”, entonces, se refiere a lo que Dios escribió en los originales y que luego preservó a través de los siglos en las copias y traducciones de los mismos.
Como acabamos de ver, Timoteo tenía toda la Escritura inspirada, pero no tenía ningún “original”. Tenía copias de copias de copias de los originales. También tenemos que entender que la Escritura inspirada, además de ser una copia y no el original, puede ser también una traducción. Por ejemplo, todos los pasajes del Antiguo Testamento que se citan en el Nuevo, son traducciones del hebreo al griego. Si una traducción no puede ser inspirada (como dicen varios “eruditos cristianos”), todas las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo tampoco son inspiradas. En resumen, hemos visto que Dios inspiró los originales, palabra por palabra (2Ped 1.19-21) y que prometió preservar estas palabras para siempre (Sal 12.5-7; Mat 24.35). Las palabras inspiradas y preservadas de Dios forman lo que se llama “la Escritura”, el conjunto del Antiguo Testamento y el Nuevo (Luc 24.44-45; 2Ped 3.15-16).
Las Escrituras, el conjunto de las palabras de Dios, es una copia y a menudo una traducción de los originales (2Tim 3.15-17) que uno puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar todos los días de su vida (Hech 17.11). Por esta razón no dejemos de meditar cada día en la palabra de Dios...
Revisemos unos pasajes de la Biblia que nos dan un mejor entendimiento de esta definición de las Escrituras.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos? [Mat 21.42]
El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. [Hech 8.32] Según estos pasajes, la Escritura es algo que usted puede leer (revise también: Mar 12.10; Luc 24.27, 32).
Es algo maravilloso que lo podemos tener en nuestras manos, disfrutar estudiando. Las Escrituras, también, es algo que usted puede escudriñar todos los días. O sea, es algo que puede obtener, y esperar que Dios le hable cada día de su vida.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando Escudriñad cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. [Hech 17.11]
las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. [Juan 5.39]
Además, “las Escrituras” no se refiere únicamente a “los originales inspirados”. Se refiere también (y honestamente mucho más a menudo) a las copias y traducciones de los originales que uno (como usted) puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar en su propio idioma todos los días. O sea, es una copia y una traducción de lo que se escribió antes.
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. [Rom 15.4]
Puesto que las Escrituras es el conjunto de las palabras preservadas de Dios podemos entender que las copias y las traducciones de ella son tan “inspiradas” como los originales. Vemos esta verdad claramente en 2Timoteo. 15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. [2Tim 3.15-17]
Según el versículo 15 arriba, Timoteo, durante el primer siglo, tenía las “Sagradas Escrituras”. Entonces, otra vez vemos que las Escrituras es algo que uno puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar todos los días para ser sabio. Según el versículo 16, toda esta Escritura que Timoteo tenía, leía y estudiaba para ser sabio, era “inspirada”. Ponga mucha atención a lo que la Biblia dice aquí. Este pasaje no se trata de “los originales” sino de copias y traducciones que Timoteo tenía en su posesión. El versículo 17 dice que esta Escritura inspirada (copias y traducciones de los originales) es todo lo que el cristiano necesita para llegar a ser y a hacer todo lo que Dios quiere. “Las Escrituras”, entonces, se refiere a lo que Dios escribió en los originales y que luego preservó a través de los siglos en las copias y traducciones de los mismos.
Como acabamos de ver, Timoteo tenía toda la Escritura inspirada, pero no tenía ningún “original”. Tenía copias de copias de copias de los originales. También tenemos que entender que la Escritura inspirada, además de ser una copia y no el original, puede ser también una traducción. Por ejemplo, todos los pasajes del Antiguo Testamento que se citan en el Nuevo, son traducciones del hebreo al griego. Si una traducción no puede ser inspirada (como dicen varios “eruditos cristianos”), todas las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo tampoco son inspiradas. En resumen, hemos visto que Dios inspiró los originales, palabra por palabra (2Ped 1.19-21) y que prometió preservar estas palabras para siempre (Sal 12.5-7; Mat 24.35). Las palabras inspiradas y preservadas de Dios forman lo que se llama “la Escritura”, el conjunto del Antiguo Testamento y el Nuevo (Luc 24.44-45; 2Ped 3.15-16).
Las Escrituras, el conjunto de las palabras de Dios, es una copia y a menudo una traducción de los originales (2Tim 3.15-17) que uno puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar todos los días de su vida (Hech 17.11). Por esta razón no dejemos de meditar cada día en la palabra de Dios...
lunes, 21 de agosto de 2017
LA BIBLIA PERSEVERA PARA SIEMPRE
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová; Pondré en salvo al que por ello suspira. 6 Las veces. palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete 7 Tú, Jehová, los guardarás; De esta generación los preservarás para siempre. [Sal 12.5-7]
En este pasaje de Salmo 12 Dios promete preservar dos cosas. El versículo 7 dice que Él “los” guardará y que “los” preservará para siempre. ¿A qué se refiere con el pronombre “los” en este versículo? Se refiere, en primer lugar, a la gente de Dios, “los” pobres y menesterosos del versículo 5. En segundo lugar, se refiere también a “las” palabras de Dios en el versículo 6. El contexto cercano del pronombre “los” en el versículo 7 exige que el pronombre se refiera a “las” palabras del versículo 6. Pero si fuera únicamente las palabras que Dios preservaría, se usaría el pronombre “las” (femenino, para referirse a “las” palabras) y no “los” (porque no se usa un pronombre masculino para referirse a un sustantivo femenino). Así que, tenemos que incluir “los” pobres y menesterosos del versículo 5 en la preservación divina también (porque el pronombre masculino, “los”, se puede referirse al conjunto de femenino y masculino). Dios preservará a Su pueblo (v5) y también Sus palabras (v6)—“los” preservará a los dos, tanto “las” palabras como “los” pobres (los del pueblo de Dios).
Lo importante que hemos de rescatar de esto para nuestro estudio ahora es que Dios prometió preservar Sus “palabras” para siempre. Fíjese muy bien en lo que dice la Biblia en Salmo 12.6. No dice “Palabra” como si fuera sólo un mensaje general que Dios preservaría. Más bien dice “palabras” porque la promesa divina en Salmo 12.6 se trata de cada palabra individual de la Escritura.
Cristo Jesús, durante Su primera venida, dijo lo mismo acerca de la certeza de la palabras de la Escritura (y note en el siguiente versículo que el Señor usa “palabras” y no “palabra”). El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. [Mat 24.35]
Las palabras individuales de Dios no pasarán, aun cuando el cielo y la tierra pasen. Dios preservará Sus palabras para siempre. Por esto podemos llegar a la conclusión que lo que Dios inspiró (las palabras de los originales, según 2Pedro 1.19-21), también lo preservó.
Honestamente la inspiración sin la preservación no tiene sentido. ¿Para qué inspirar las palabras de la Escritura y no preservarlas después? La Biblia dice que Dios inspiró Sus palabras y que luego las preservó. Pero, ¿en dónde? ¿Dónde están estas palabras que Dios preservó sobrenaturalmente? Las palabras de Dios forman lo que se llama “la Escritura” (muy a menudo nos referimos a la Escritura como la Biblia)...
viernes, 18 de agosto de 2017
DEBEMOS CREER QUE LA BIBLIA ES TODA VERDAD
DEBEMOS CREER QUE LA BIBLIA ES TODA VERDAD
Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad... [Prov 22.21a]
Todo el estudio bíblico cada devoconal, cada menseje preparado, debe estar basado en la certidumbre de las palabras de la Biblia.
Si la Biblia que estamos estudiando no es confiable, es una pérdida de tiempo estudiarla. Sin embargo, si tenemos un Libro que contiene las palabras exactas que Dios quiere que tengamos, vale toda la pena estudiarlo todos los días por el resto de nuestras vidas.
Un buen estudio bíblico provechoso, se basa en tener la certidumbre de las palabras de Dios. La inspiración de la Escritura El término “inspiración” se refiere al control sobrenatural de Dios en la creación, la producción y la preservación de los dos Testamentos.
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. [2Ped 1.20-21]
La profecía de la Escritura—lo que ella dice, predice, enseña, etc.—fue traída por medio de los santos hombres de Dios que hablaron “siendo inspirados” por el Espíritu Santo.
En algunos casos un santo hombre hablaba y otro escribió sus palabras que fueron inspiradas por el Espíritu de Dios. Jeremías sirve de ejemplo de esto. Preguntaron luego a Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora cómo escribiste de boca de Jeremías todas estas palabras. Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro. [Jer 36.17-18]
Otros santos hombres “hablaron” a través de lo que escribieron. Pedro dice que Pablo “habló” en las epístolas que escribió bajo la inspiración del Espíritu de Dios.
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito , casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. [2Ped 3.15-16]
Por estos últimos dos pasajes podemos entender, entonces, que la palabra “hablaron” en 2Pedro 1.21 se puede referir a la palabra escrita o a la hablada por el santo hombre que Dios inspiradó. Esto es exactamente lo que vemos en otros pasajes claves que, cuando los comparamos con 2Pedro 1.20-21, nos aclaran la definición de la inspiración.
Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús. [Hech 1.16] Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? [Hech 4.24-25] Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. [Mar 12.36]
La inspiración, entonces, se refiere al Espíritu Santo hablando por boca (o pluma) de un ser humano—los “santos hombres” que llegaron a ser los autores humanos de la Biblia. La Escritura inspirada es lo que el Señor ha dicho por medio de Sus profetas (los autores humanos de los 66 libros de la Biblia).
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta... [Mat 1.22] Y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. [Mat 2.15]
Vemos un buen ejemplo de la inspiración en Éxodo 20.1 cuando Dios habló todas las palabras que Moisés escribió luego en Éxodo 24.4. Y habló Dios todas estas palabras, diciendo... [Exod 20.1]
Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. [Exod 24.4]
David también sirve de buen ejemplo porque el Espíritu de Jehová habló por la lengua de él. El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua. [2Sam 23.2]
Es importante entender que Dios no “poseyó” a los autores humanos para inspirar la Escritura. Esto es evidente en los varios diferentes estilos de escribir que se ven en los libros de la Biblia, todos los cuales son inspirados por Dios.
Pablo escribió con un estilo muy diferente del de Pedro, y los escritos de David (como los Salmos) son diferentes en estilo de los de su hijo, Salomón (por ejemplo: Proverbios y Eclesiastés).
Entonces, la inspiración de la Escritura no se refiere a un proceso “mecánico”—Dios dictando cada palabra de la Biblia sin que el autor humano hiciera nada más que apuntar lo que el Señor decía. Muchos de los santos hombres inspirados por el mismo Espíritu dijeron lo mismo pero de maneras (estilos) muy diferentes. Sin embargo, cada palabra en la Escritura es la que Dios quiere.
Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. [1Cor 2.13] que enseña el Puesto que el Espíritu nos enseña las palabras individuales de Dios (y no sólo “la Palabra”—el mensaje general), es claro que la inspiración de la Biblia—el control de Dios sobre la producción de la Escritura— llega también hasta cada palabra individual. Es por esto que vemos declaraciones en la Escritura acerca de la certidumbre de las palabras de Dios (las palabras individuales).
Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad... [Prov 22.21]
Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. [Prov 30.5]
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. [Mat 24.35]
A pesar de que la inspiración no se refiere a proceso “mecánico”", tenemos que entender que a veces los autores humanos escribieron cosas que simplemente no entendían.
El Espíritu Santo inspiró muchas profecías que los mismos profetas no podían entender. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. [1Ped 1.10-11]
Daniel escribió mucho que nadie entendió hasta que Dios nos dio el Libro de Apocalipsis. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. [Dan 12.4]
Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. [Dan 12.8-9]
Dios no “dictó” las palabras de la Escritura a los autores humanos de una manera mecánica, pero a veces los movió a escribir cosas que no entendieron.
Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad... [Prov 22.21a]
Todo el estudio bíblico cada devoconal, cada menseje preparado, debe estar basado en la certidumbre de las palabras de la Biblia.
Si la Biblia que estamos estudiando no es confiable, es una pérdida de tiempo estudiarla. Sin embargo, si tenemos un Libro que contiene las palabras exactas que Dios quiere que tengamos, vale toda la pena estudiarlo todos los días por el resto de nuestras vidas.
Un buen estudio bíblico provechoso, se basa en tener la certidumbre de las palabras de Dios. La inspiración de la Escritura El término “inspiración” se refiere al control sobrenatural de Dios en la creación, la producción y la preservación de los dos Testamentos.
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. [2Ped 1.20-21]
La profecía de la Escritura—lo que ella dice, predice, enseña, etc.—fue traída por medio de los santos hombres de Dios que hablaron “siendo inspirados” por el Espíritu Santo.
En algunos casos un santo hombre hablaba y otro escribió sus palabras que fueron inspiradas por el Espíritu de Dios. Jeremías sirve de ejemplo de esto. Preguntaron luego a Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora cómo escribiste de boca de Jeremías todas estas palabras. Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro. [Jer 36.17-18]
Otros santos hombres “hablaron” a través de lo que escribieron. Pedro dice que Pablo “habló” en las epístolas que escribió bajo la inspiración del Espíritu de Dios.
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito , casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. [2Ped 3.15-16]
Por estos últimos dos pasajes podemos entender, entonces, que la palabra “hablaron” en 2Pedro 1.21 se puede referir a la palabra escrita o a la hablada por el santo hombre que Dios inspiradó. Esto es exactamente lo que vemos en otros pasajes claves que, cuando los comparamos con 2Pedro 1.20-21, nos aclaran la definición de la inspiración.
Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús. [Hech 1.16] Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? [Hech 4.24-25] Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. [Mar 12.36]
La inspiración, entonces, se refiere al Espíritu Santo hablando por boca (o pluma) de un ser humano—los “santos hombres” que llegaron a ser los autores humanos de la Biblia. La Escritura inspirada es lo que el Señor ha dicho por medio de Sus profetas (los autores humanos de los 66 libros de la Biblia).
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta... [Mat 1.22] Y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. [Mat 2.15]
Vemos un buen ejemplo de la inspiración en Éxodo 20.1 cuando Dios habló todas las palabras que Moisés escribió luego en Éxodo 24.4. Y habló Dios todas estas palabras, diciendo... [Exod 20.1]
Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. [Exod 24.4]
David también sirve de buen ejemplo porque el Espíritu de Jehová habló por la lengua de él. El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, Y su palabra ha estado en mi lengua. [2Sam 23.2]
Es importante entender que Dios no “poseyó” a los autores humanos para inspirar la Escritura. Esto es evidente en los varios diferentes estilos de escribir que se ven en los libros de la Biblia, todos los cuales son inspirados por Dios.
Pablo escribió con un estilo muy diferente del de Pedro, y los escritos de David (como los Salmos) son diferentes en estilo de los de su hijo, Salomón (por ejemplo: Proverbios y Eclesiastés).
Entonces, la inspiración de la Escritura no se refiere a un proceso “mecánico”—Dios dictando cada palabra de la Biblia sin que el autor humano hiciera nada más que apuntar lo que el Señor decía. Muchos de los santos hombres inspirados por el mismo Espíritu dijeron lo mismo pero de maneras (estilos) muy diferentes. Sin embargo, cada palabra en la Escritura es la que Dios quiere.
Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. [1Cor 2.13] que enseña el Puesto que el Espíritu nos enseña las palabras individuales de Dios (y no sólo “la Palabra”—el mensaje general), es claro que la inspiración de la Biblia—el control de Dios sobre la producción de la Escritura— llega también hasta cada palabra individual. Es por esto que vemos declaraciones en la Escritura acerca de la certidumbre de las palabras de Dios (las palabras individuales).
Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad... [Prov 22.21]
Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. [Prov 30.5]
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. [Mat 24.35]
A pesar de que la inspiración no se refiere a proceso “mecánico”", tenemos que entender que a veces los autores humanos escribieron cosas que simplemente no entendían.
El Espíritu Santo inspiró muchas profecías que los mismos profetas no podían entender. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. [1Ped 1.10-11]
Daniel escribió mucho que nadie entendió hasta que Dios nos dio el Libro de Apocalipsis. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. [Dan 12.4]
Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. [Dan 12.8-9]
Dios no “dictó” las palabras de la Escritura a los autores humanos de una manera mecánica, pero a veces los movió a escribir cosas que no entendieron.
jueves, 17 de agosto de 2017
ESTUDIAR LA BIBLIA ENNFORMA SISTEMATICA
ESTUDIAR LA BIBLIA ENNFORMA SISTEMATICA
El estudio bíblico tiene que ser sobre todo metódico y sistemático. Hay cosas que Dios ha escondido a nuestros ojos naturales y realmemte sólo los que quieren hacer el esfuerzo para escudriñar las Escrituras, encontrarán las respuestas de Dios.
Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo. [Prov 25.2]
El cristianismo no es algo mistico. Uno no oye de Dios hoy día en sueños, voces audibles o visiones de la noche. Hoy Dios nos habla a través de su palabra, Y eata es más segura y más confiable que aun la misma voz del señor (2Ped 1.18-21;
Entonces, uno tiene que ser "sistematico” en el estudio de la Biblia y no “místico”, esperando una revelación directa, esperando nuevas revelaciones.
Hay que ser como los creyentes de Berea quienes escudriñaban las Escritura todos los días para ver si lo que Pablo les enseñaba era confirmé conforme a lo qué decía.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. [Hech 17.11]
Dios tiene mucho tesoro de conocimiento para el que escudriña Su Palabra como quien busca tesoro.
Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios... Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino. [Prov 2.1-9]
Pero hay que tener cuidado en este aspecto del estudio bíblico porque ser metódicos y sistemáticos no es suficiente. Nuestros estudios tienen que ser prácticos también. Debemos ser tan diligentes en el “buen uso” de la Escritura (la aplicación de ella en nuestras vidas cotidianas) como somos en el estudio de ella.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. [2Tim 2.15]
Siempre hay un elemento de aplicación práctica en cada estudio que sacamos de la Escritura, y si no lo vemos es porque no hemos terminado nuestro estudio del pasaje en cuestión. Si no llegamos a una aplicación práctica “para hoy”, no hemos estudiado muy “bíblicamente” porque Dios nos dio la Biblia principalmente para cambiar nuestras vidas de maneras prácticas, no para llenar nuestras mentes con información académica.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. [2Tim 3.16-17]
Es “por el uso” de la Palabra que podremos alcanzar la madurez. Es decir, Dios cumple con Su voluntad en nosotros y nos conforma a la imagen de Cristo a través de la aplicación de la Escritura en nuestras vidas.
Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. [Heb 5.11-14; Por esta razon, sea un buen estudiante de la Palabra de Dios. Procure ser tan metódico y sistemático en su aplicación de la Escritura como en sus estudios y devocionales diarios.
El estudio bíblico tiene que ser sobre todo metódico y sistemático. Hay cosas que Dios ha escondido a nuestros ojos naturales y realmemte sólo los que quieren hacer el esfuerzo para escudriñar las Escrituras, encontrarán las respuestas de Dios.
Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo. [Prov 25.2]
El cristianismo no es algo mistico. Uno no oye de Dios hoy día en sueños, voces audibles o visiones de la noche. Hoy Dios nos habla a través de su palabra, Y eata es más segura y más confiable que aun la misma voz del señor (2Ped 1.18-21;
Entonces, uno tiene que ser "sistematico” en el estudio de la Biblia y no “místico”, esperando una revelación directa, esperando nuevas revelaciones.
Hay que ser como los creyentes de Berea quienes escudriñaban las Escritura todos los días para ver si lo que Pablo les enseñaba era confirmé conforme a lo qué decía.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. [Hech 17.11]
Dios tiene mucho tesoro de conocimiento para el que escudriña Su Palabra como quien busca tesoro.
Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios... Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino. [Prov 2.1-9]
Pero hay que tener cuidado en este aspecto del estudio bíblico porque ser metódicos y sistemáticos no es suficiente. Nuestros estudios tienen que ser prácticos también. Debemos ser tan diligentes en el “buen uso” de la Escritura (la aplicación de ella en nuestras vidas cotidianas) como somos en el estudio de ella.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. [2Tim 2.15]
Siempre hay un elemento de aplicación práctica en cada estudio que sacamos de la Escritura, y si no lo vemos es porque no hemos terminado nuestro estudio del pasaje en cuestión. Si no llegamos a una aplicación práctica “para hoy”, no hemos estudiado muy “bíblicamente” porque Dios nos dio la Biblia principalmente para cambiar nuestras vidas de maneras prácticas, no para llenar nuestras mentes con información académica.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. [2Tim 3.16-17]
Es “por el uso” de la Palabra que podremos alcanzar la madurez. Es decir, Dios cumple con Su voluntad en nosotros y nos conforma a la imagen de Cristo a través de la aplicación de la Escritura en nuestras vidas.
Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. [Heb 5.11-14; Por esta razon, sea un buen estudiante de la Palabra de Dios. Procure ser tan metódico y sistemático en su aplicación de la Escritura como en sus estudios y devocionales diarios.
miércoles, 16 de agosto de 2017
PARA ESTUDIAR LA BIBLIA NECESITAMOS LA GUIA DEL ESPÍRITU SANTO
PARA ESTUDIAR LA BIBLIA NECESITAMOS LA GUIA DEL ESPÍRITU SANTO
Cuando estudiamos la Biblia, existe un peligro que debemos procurar evitar. Es el peligro de aumentar la “información” como lo dice en (1Pedro 3:16-17) ya que podemos llegar a torcer lo que verdadeamente Dios quiere comunicar, por esta razon debemos esperar en la “iluminación”.
En la epoca de Cristo durante su ministerio mientras anunciaba el Reino de Dios, existia un grupo de hombres, los escribas y fariseos, que tenían mucho conocimiento muy amplio de las Escrituras.
Pero, Cristo los llamó “ciegos” porque a pesar de la mucha información que poseían, no tenían nada de “iluminación”.
Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. [Mat 15.12-14] La Biblia no es cualquier libro de texto. No es otra novela que existe para entretenernos. La Biblia debe encender un fuego dentro de nosotros porque es el Libro que nuestro Creador nos ha escrito.
En la Palabra de Dios hay vida abundante porque de ahí es donde recibimos la iluminación del Espíritu Santo. Por esto debemos depender del Espíritu Santo siempre en nuestros estudios bíblicos.
Primero, como vimos antes, es Él quien nos enseña la Biblia y nos ilumina las páginas para que podamos entender lo que Dios quiere mostrarnos (Juan 14.26). Además, es Él quien nos transforma con su Palabra, de adentro hacia afuera.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. [Rom 12.2]
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (2Cor 3.18)
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. [2Cor 4.16]
Sin embargo, no vaya al extremo con este principio. Muchos quieren decir que sólo necesitan del Espíritu Santo, que Él les dará todo el conocimiento de Dios sobrenaturalmente. Por favor entienda, que la iluminación por el Espíritu no es un sustituto del estudio diligente y metódico de la Escritura.
No sea como muchos hoy en día que quieren usar la obra del Espíritu como una excusa por su pereza. La Biblia dice que el que busca hallará. ¡Busque, entonces! Escudriñe la Escritura con diligencia, disciplina y propósito. El perezoso que se sienta para no hacer nada, no tendrá nada.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado. [Prov 6.9-11]
Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan. [Prov 14.4]
El que es diligente y escudriña la Escritura todos los días, buscando el conocimiento de Dios como uno busca un tesoro escondido, él encontrará lo que busca (Prov 2.1-9).
Cuando estudiamos la Biblia, existe un peligro que debemos procurar evitar. Es el peligro de aumentar la “información” como lo dice en (1Pedro 3:16-17) ya que podemos llegar a torcer lo que verdadeamente Dios quiere comunicar, por esta razon debemos esperar en la “iluminación”.
En la epoca de Cristo durante su ministerio mientras anunciaba el Reino de Dios, existia un grupo de hombres, los escribas y fariseos, que tenían mucho conocimiento muy amplio de las Escrituras.
Pero, Cristo los llamó “ciegos” porque a pesar de la mucha información que poseían, no tenían nada de “iluminación”.
Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. [Mat 15.12-14] La Biblia no es cualquier libro de texto. No es otra novela que existe para entretenernos. La Biblia debe encender un fuego dentro de nosotros porque es el Libro que nuestro Creador nos ha escrito.
En la Palabra de Dios hay vida abundante porque de ahí es donde recibimos la iluminación del Espíritu Santo. Por esto debemos depender del Espíritu Santo siempre en nuestros estudios bíblicos.
Primero, como vimos antes, es Él quien nos enseña la Biblia y nos ilumina las páginas para que podamos entender lo que Dios quiere mostrarnos (Juan 14.26). Además, es Él quien nos transforma con su Palabra, de adentro hacia afuera.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. [Rom 12.2]
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. (2Cor 3.18)
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. [2Cor 4.16]
Sin embargo, no vaya al extremo con este principio. Muchos quieren decir que sólo necesitan del Espíritu Santo, que Él les dará todo el conocimiento de Dios sobrenaturalmente. Por favor entienda, que la iluminación por el Espíritu no es un sustituto del estudio diligente y metódico de la Escritura.
No sea como muchos hoy en día que quieren usar la obra del Espíritu como una excusa por su pereza. La Biblia dice que el que busca hallará. ¡Busque, entonces! Escudriñe la Escritura con diligencia, disciplina y propósito. El perezoso que se sienta para no hacer nada, no tendrá nada.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado. [Prov 6.9-11]
Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan. [Prov 14.4]
El que es diligente y escudriña la Escritura todos los días, buscando el conocimiento de Dios como uno busca un tesoro escondido, él encontrará lo que busca (Prov 2.1-9).
jueves, 10 de agosto de 2017
LA PALABRA DE DIOS REGLA DE FE Y CONDUCTA
La Revelación de Dios tal como la conocemos ea la autoridad final en los asuntos de la fe. Dios se ha dado a conocer, Dios es un ser maravilloso, supremo y personal que se revela porque nos ama y quiere que le conozcamos rectamente. (Isaías 55:8-9; Juan 1:18; Hebreos 11: 6)
Sólo podemos conocer a Dios de verdad por medio de lo que dice de sí mismo. Todo lo demás es especulación, confusión, mala interpretaciom y error. (Job 11:7-8) El pecado del ser humano hace que no sea capaz de ver a Dios y ser consciente de Él. Dos maneras en las que Dios se revela REVELACION GENERAL • La creación muestra las huellas del Creador (Salmo 19:1-2; Romanos 1:18-25) • La historia del mundo nos habla de la soberanía de Dios. (Hechos 14:1517; 17:24-29) • La naturaleza humana nos habla de Dios (Romanos 2:12-15)
REVELACION CRISTIANA • Jesucristo es la Revelación suprema de Dios. (Hebreos 1:1-4)
• La salvación nos viene por confiar sólo en Él (Romanos 10:9; 1 Juan 4:2)
• La Biblia es el registro fiable de la Revelación de Jesucristo. (Romanos 16:25-26)
• Lo que Dios ha revelado es lo que la Biblia registra para que halla plena constancia; y es lo que los apóstoles predicaron con toda fidelidad. (Gálatas 1:11-12; Efesios 1:9-10; 3:2-11)
• La Biblia es el registro inspirado por Dios de su revelación a nosotros (2 Timoteo 3:15-16) El Antiguo Testamento prepara la venida de Cristo y el Nuevo proclama el cumplimiento del plan salvador de Dios. Dios tiene que revelarse a nosotros personalmente No podemos conocer a Dios sin su revelación y sin su gracia aplicada en nuestro corazón. (Mateo 11:27; 16:17; 1 Juan 14:6; 2 Corintios 4:3-6) El Espíritu Santo ha de obrar en nosotros para que la revelación de Dios tenga efecto en nuestra vida (Juan 16:12-14; 1 Corintios 2:6-16)
Reflexionemos:
¿Puede alguien salvarse sin la revelación especial de Dios?
¿Puede una persona ir al cielo por conocer muy bien la Biblia?
¿Por qué se ha revelado Dios a nosotros?
¿Qué papel desempeña Jesucristo en la Revelación de Dios?
Sólo podemos conocer a Dios de verdad por medio de lo que dice de sí mismo. Todo lo demás es especulación, confusión, mala interpretaciom y error. (Job 11:7-8) El pecado del ser humano hace que no sea capaz de ver a Dios y ser consciente de Él. Dos maneras en las que Dios se revela REVELACION GENERAL • La creación muestra las huellas del Creador (Salmo 19:1-2; Romanos 1:18-25) • La historia del mundo nos habla de la soberanía de Dios. (Hechos 14:1517; 17:24-29) • La naturaleza humana nos habla de Dios (Romanos 2:12-15)
REVELACION CRISTIANA • Jesucristo es la Revelación suprema de Dios. (Hebreos 1:1-4)
• La salvación nos viene por confiar sólo en Él (Romanos 10:9; 1 Juan 4:2)
• La Biblia es el registro fiable de la Revelación de Jesucristo. (Romanos 16:25-26)
• Lo que Dios ha revelado es lo que la Biblia registra para que halla plena constancia; y es lo que los apóstoles predicaron con toda fidelidad. (Gálatas 1:11-12; Efesios 1:9-10; 3:2-11)
• La Biblia es el registro inspirado por Dios de su revelación a nosotros (2 Timoteo 3:15-16) El Antiguo Testamento prepara la venida de Cristo y el Nuevo proclama el cumplimiento del plan salvador de Dios. Dios tiene que revelarse a nosotros personalmente No podemos conocer a Dios sin su revelación y sin su gracia aplicada en nuestro corazón. (Mateo 11:27; 16:17; 1 Juan 14:6; 2 Corintios 4:3-6) El Espíritu Santo ha de obrar en nosotros para que la revelación de Dios tenga efecto en nuestra vida (Juan 16:12-14; 1 Corintios 2:6-16)
Reflexionemos:
¿Puede alguien salvarse sin la revelación especial de Dios?
¿Puede una persona ir al cielo por conocer muy bien la Biblia?
¿Por qué se ha revelado Dios a nosotros?
¿Qué papel desempeña Jesucristo en la Revelación de Dios?
miércoles, 9 de agosto de 2017
COMO ENTRAMOS EN EL REINO DE DIOS
Jesucristo: el Mesías y Rey escogido por Dios para gobernar el Reino Teocrático que será inplantado en la Tierra (Ap.20:4-6), el Unigénito Hijo del Padre Altísimo (Jn.1:18), no creado, sino engendrado por la potencia de Dios, por medio de su Santo Espíritu (Lc.1:35), muerto en una cruz por Voluntad del Soberano Dios (Is. cap. 54) para la expiación y el perdón de los pecados de los hombres que han creído en él (Jn.3:16; Jn.19:18; 1 Jn.1:2), y con esto, vengan a ser participantes de la naturaleza divina (2 Pe.1:4) junto con Cristo en la transformación o glorificación de los cuerpos en la resurrección de los muertos que le amaron siempre y de los que vivan fieles a Cristo en su Parusía (1 Ts.4:16-17), siendo favorecidos por semejante estado para tomar la herencia terrena según las promesas dadas a Abraham por el Señor en el AT, el Reino de Dios, que habrá de acaparar el mundo entero renovado en el futuro: Y sacándole afuera, le dijo: "Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas." Y le dijo: "Así será tu descendencia." (Gn.15:5). Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos, y reyes saldrán de ti. (Gn.17:4-6).
Los hombres fieles y justos ante Dios nunca pasaron desapercibidos la importancia de la glorificación de los cuerpos en la resurrección de los muertos y de los vivos en Cristo (1 Co. cap. 15). Esta condición es obligada para que se suscite en el creyente genuino en la Segunda Venida visible de Cristo para que pueda gozar de las maravillas que el Reino Terrenal pero de carácter Celestial le ofrecerá en el mundo restituido a su debido tiempo, en un día ya fijado por el Soberano Dios que en definitiva no cambiará sus propósitos finales. Su acontecer es seguro como lo expone la Biblia.
Cristo anunció el Reino de Dios que fue el mismo que anunciaron los antiguos profetas de la primera dispensación. Quienes oyeron al Hijo de Dios predicarlo jamás cuestionaron la naturaleza de dicho Reino puesto que la conocían ya de antemano. Era una situación a la que estaban ya habituados y lo esperaban con no poca paciencia. El Reino de Dios aunque es, por su literalidad, palpable, su principio o fundamento es cien por ciento espiritual, porque el que «no naciere de nuevo, en agua y Espíritu, no podrá entrar en él, no podrá verlo» (Jn.3:5-7).
Juan el Bautista, el precursor de Cristo, el anunciador del acercamiento del Reino y de su gran gobernante, fue profetizado por Malaquías (Mal.4:5-6). Juan expresaba en su declaración el pronto suceso del establecimiento del Reino Teocrático Terreno; es por eso que instigaba a la nación de Israel al sincero arrepentimiento, so advertencia de terrible juicio: Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: "Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos. " Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas (Mt.3:1-3). Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham.1 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego (Mt.3:7-10). Juan, mediante la costumbre del bautismo con agua y la necesaria e inherente confesión de pecados, establece la preparación para la aceptación del Mesías, de acuerdo a las expectativas del AT. De otra manera, nadie podría ser capaz de recibir el Reino. La sujeción, la santidad y la mansedumbre son indispensables requisitos para poseer la herencia de la Tierra redimida: Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Heb.12:14). Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra (Mt.5:4).
Los hombres fieles y justos ante Dios nunca pasaron desapercibidos la importancia de la glorificación de los cuerpos en la resurrección de los muertos y de los vivos en Cristo (1 Co. cap. 15). Esta condición es obligada para que se suscite en el creyente genuino en la Segunda Venida visible de Cristo para que pueda gozar de las maravillas que el Reino Terrenal pero de carácter Celestial le ofrecerá en el mundo restituido a su debido tiempo, en un día ya fijado por el Soberano Dios que en definitiva no cambiará sus propósitos finales. Su acontecer es seguro como lo expone la Biblia.
Cristo anunció el Reino de Dios que fue el mismo que anunciaron los antiguos profetas de la primera dispensación. Quienes oyeron al Hijo de Dios predicarlo jamás cuestionaron la naturaleza de dicho Reino puesto que la conocían ya de antemano. Era una situación a la que estaban ya habituados y lo esperaban con no poca paciencia. El Reino de Dios aunque es, por su literalidad, palpable, su principio o fundamento es cien por ciento espiritual, porque el que «no naciere de nuevo, en agua y Espíritu, no podrá entrar en él, no podrá verlo» (Jn.3:5-7).
Juan el Bautista, el precursor de Cristo, el anunciador del acercamiento del Reino y de su gran gobernante, fue profetizado por Malaquías (Mal.4:5-6). Juan expresaba en su declaración el pronto suceso del establecimiento del Reino Teocrático Terreno; es por eso que instigaba a la nación de Israel al sincero arrepentimiento, so advertencia de terrible juicio: Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: "Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos. " Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas (Mt.3:1-3). Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham.1 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego (Mt.3:7-10). Juan, mediante la costumbre del bautismo con agua y la necesaria e inherente confesión de pecados, establece la preparación para la aceptación del Mesías, de acuerdo a las expectativas del AT. De otra manera, nadie podría ser capaz de recibir el Reino. La sujeción, la santidad y la mansedumbre son indispensables requisitos para poseer la herencia de la Tierra redimida: Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Heb.12:14). Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra (Mt.5:4).
lunes, 7 de agosto de 2017
QUE ES EL REINO DE DIOS
¿Qué es el Reino de Dios?
Según el Diccionario Bíblico Certeza dice lo siguiente: "El reino de los cielos o reino de Dios es el tema central de la predicación de Jesús, según los evangelios sinópticos".
Según el diccionario La Palabra.Org nos dice: El concepto de Reino de Dios (o su sinónimo “Reino de los Cielos”, que es una forma de referirse a lo mismo, empleada mayormente por Mateo) es central en el N.T., ya su venida fue el contenido central del mensaje de Jesús (Marcos 1:14-15) y de Sus apóstoles. Según estos diccionarios bíblicos de teología evangélica, el reino de Dios es el tema central de la predicación de Jesús y sus apóstoles:
Ahora nace una pregunta ¿Cuánto sabe usted de dicho Reino?
Usted podrá saber más de él, leyendo este estudio de Las Sagradas Escrituras, sepa ahora lo que la mayoría de las iglesias ignoran acerca de la esperanza cristiana.
Si uno lee La Biblia y principalmente los evangelios, usted va encontrar una frase la cual se repite hasta el cansancio. Jesús no quiere presentar las verdades más profundas de Dios de una manera poco clara, el no quiere que tengamos , como se dice; buscar la quinta pata al gato para encontrar una verdad bíblica, es por eso que el Señor fue tan reiterativo al hablar sobre el Reino de Dios, El sin duda no quería que quedaran dudas sobre un tema que es de vital importancia para los cristianos: Veamos cuan reiterativo es el tema del Reino de Dios o de los Cielos en el nuevo testamento: (recuerde que ambas frases – reino de Dios y reino de los Cielos – significan lo mismo, el uso de la expresión “reino de los cielos” en Mateo se debe indudablemente a la tendencia en el judaísmo a evitar el uso directo del nombre de Dios, y como Mateo dirige su evangelio a Judíos, sabemos el porqué del uso mayoritariamente “cielos” y no “Dios”) En Mateo: Mateo 3: 1 Y 2: En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 4:17: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 5:3: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5: 19: De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Mateo 6: 10: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6: 33: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 7: 21: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 8:11: Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Mateo 10: 7: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Mateo 11: 11 y 12: De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Mateo 12: 18: Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Mateo 13: 10 y 11: Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
PASAJE PARALELO EN MARCOS 4: 10 Y 11: Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas. PASAJE PARALELO EN LUCAS 8: 10: Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. (Observamos por estos 3 pasajes similares en los 3 evangelios sinópticos que la frase Reino de Dios y Reino de los Cielos implican lo mismo) Mateo 13: 19: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Mateo 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos… Mateo 18: 3: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos… Mateo 19: 14: Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Mate 19: 23 y 24: Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Mateo 21: 43: Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. Mateo 25: 34: Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Mateo 26: 29: Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
En Marcos: Marcos 4: 11: Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas… Marcos 10: 14 y 15: Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él… Marcos 12: 34: Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. Marcos 14: 24: De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios. En Lucas: Lucas 1: 32: Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Lucas 6: 20: Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Lucas 9: 60,61 y 62: Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 10: 9,10 y 11: y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Lucas 11: 20: Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. Lucas 12: 31: Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Lucas 12: 32: No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Lucas 12: 28 y 29: Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Lucas 16: 16: La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él… Lucas 17: 20: Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Lucas 19: 11: Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Lucas 21: 31: Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Lucas 22: 28. 29 y 30: Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. Lucas 23: 42: Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. En Juan y Los hechos de los apóstoles: Juan 3: 3: Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Hechos 1: 3: a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Hechos 1: 6: Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Hechos 8: 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. Hechos 14: 21 y 22: Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Hechos 19: 8: Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Hechos 28: 23: Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Hechos 28: 28, 29 y 30: Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
Según el Diccionario Bíblico Certeza dice lo siguiente: "El reino de los cielos o reino de Dios es el tema central de la predicación de Jesús, según los evangelios sinópticos".
Según el diccionario La Palabra.Org nos dice: El concepto de Reino de Dios (o su sinónimo “Reino de los Cielos”, que es una forma de referirse a lo mismo, empleada mayormente por Mateo) es central en el N.T., ya su venida fue el contenido central del mensaje de Jesús (Marcos 1:14-15) y de Sus apóstoles. Según estos diccionarios bíblicos de teología evangélica, el reino de Dios es el tema central de la predicación de Jesús y sus apóstoles:
Ahora nace una pregunta ¿Cuánto sabe usted de dicho Reino?
Usted podrá saber más de él, leyendo este estudio de Las Sagradas Escrituras, sepa ahora lo que la mayoría de las iglesias ignoran acerca de la esperanza cristiana.
Si uno lee La Biblia y principalmente los evangelios, usted va encontrar una frase la cual se repite hasta el cansancio. Jesús no quiere presentar las verdades más profundas de Dios de una manera poco clara, el no quiere que tengamos , como se dice; buscar la quinta pata al gato para encontrar una verdad bíblica, es por eso que el Señor fue tan reiterativo al hablar sobre el Reino de Dios, El sin duda no quería que quedaran dudas sobre un tema que es de vital importancia para los cristianos: Veamos cuan reiterativo es el tema del Reino de Dios o de los Cielos en el nuevo testamento: (recuerde que ambas frases – reino de Dios y reino de los Cielos – significan lo mismo, el uso de la expresión “reino de los cielos” en Mateo se debe indudablemente a la tendencia en el judaísmo a evitar el uso directo del nombre de Dios, y como Mateo dirige su evangelio a Judíos, sabemos el porqué del uso mayoritariamente “cielos” y no “Dios”) En Mateo: Mateo 3: 1 Y 2: En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 4:17: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 5:3: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5: 19: De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Mateo 6: 10: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6: 33: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 7: 21: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 8:11: Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Mateo 10: 7: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Mateo 11: 11 y 12: De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Mateo 12: 18: Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Mateo 13: 10 y 11: Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
PASAJE PARALELO EN MARCOS 4: 10 Y 11: Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas. PASAJE PARALELO EN LUCAS 8: 10: Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. (Observamos por estos 3 pasajes similares en los 3 evangelios sinópticos que la frase Reino de Dios y Reino de los Cielos implican lo mismo) Mateo 13: 19: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Mateo 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos… Mateo 18: 3: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos… Mateo 19: 14: Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Mate 19: 23 y 24: Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Mateo 21: 43: Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. Mateo 25: 34: Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Mateo 26: 29: Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
En Marcos: Marcos 4: 11: Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas… Marcos 10: 14 y 15: Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él… Marcos 12: 34: Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. Marcos 14: 24: De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios. En Lucas: Lucas 1: 32: Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Lucas 6: 20: Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Lucas 9: 60,61 y 62: Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 10: 9,10 y 11: y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Lucas 11: 20: Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. Lucas 12: 31: Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Lucas 12: 32: No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Lucas 12: 28 y 29: Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Lucas 16: 16: La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él… Lucas 17: 20: Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Lucas 19: 11: Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Lucas 21: 31: Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Lucas 22: 28. 29 y 30: Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. Lucas 23: 42: Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. En Juan y Los hechos de los apóstoles: Juan 3: 3: Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Hechos 1: 3: a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Hechos 1: 6: Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Hechos 8: 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. Hechos 14: 21 y 22: Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Hechos 19: 8: Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Hechos 28: 23: Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Hechos 28: 28, 29 y 30: Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
jueves, 3 de agosto de 2017
EL GRAN AMOR DE DIOS
ASUNTO: ALTAR FAMILIAR
TEMA: EL GRAN AMOR DE DIOS
TEXTO: Juan 3:16
"Porque De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquél que en Él cree no se pierda, más tenga vida eterna".
Busque un tiempo en silencio durante su devocional, por favor lea en silencio las siguientes escrituras. Ponga mucha atencion y anote los pensamientos que vengan a su mente de esta lectura.
Marque las escrituras que ahora ve de diferente forma. Tal vez tomen un tiempo cada uno y permitan que el Espíritu Santo revele por medio de estas palabras el amor que Dios no sólo tiene, sino que es y nos da.
Jeremías 31:3b “Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad.”
Sofonías 3:17 “Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos.”
Romanos 5:8 “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”
2 Corintios 13:11 “En fin, hermanos, alégrense, busquen su restauración, hagan caso de mi exhortación, sean de un mismo sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.”
2 Tesalonicenses 3:5 “Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.”
1 Juan 3:1a “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios!”
1 Juan 4:7-8 “Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.”
Marque las escrituras que ahora ve de diferente forma. Tal vez tomen un tiempo cada uno y permitan que el Espíritu Santo revele por medio de estas palabras el amor que Dios no sólo tiene, sino que es y nos da.
Jeremías 31:3b “Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad.”
Sofonías 3:17 “Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos.”
Romanos 5:8 “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”
2 Corintios 13:11 “En fin, hermanos, alégrense, busquen su restauración, hagan caso de mi exhortación, sean de un mismo sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.”
2 Tesalonicenses 3:5 “Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.”
1 Juan 3:1a “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios!”
1 Juan 4:7-8 “Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.”
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