A la palabra de Dios muchas veces se la define como las Escrituras, según la definición más básica, las Escrituras es el conjunto de las palabras de Dios. Consta de los 39 libros del Antiguo Testamento (Luc 24.44-45) y los 27 del Nuevo (2Ped 3.15-16). En otras palabras, las Escrituras es la Biblia.
Revisemos unos pasajes de la Biblia que nos dan un mejor entendimiento de esta definición de las Escrituras.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos? [Mat 21.42]
El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. [Hech 8.32] Según estos pasajes, la Escritura es algo que usted puede leer (revise también: Mar 12.10; Luc 24.27, 32).
Es algo maravilloso que lo podemos tener en nuestras manos, disfrutar estudiando. Las Escrituras, también, es algo que usted puede escudriñar todos los días. O sea, es algo que puede obtener, y esperar que Dios le hable cada día de su vida.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando Escudriñad cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. [Hech 17.11]
las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. [Juan 5.39]
Además, “las Escrituras” no se refiere únicamente a “los originales inspirados”. Se refiere también (y honestamente mucho más a menudo) a las copias y traducciones de los originales que uno (como usted) puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar en su propio idioma todos los días. O sea, es una copia y una traducción de lo que se escribió antes.
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. [Rom 15.4]
Puesto que las Escrituras es el conjunto de las palabras preservadas de Dios podemos entender que las copias y las traducciones de ella son tan “inspiradas” como los originales. Vemos esta verdad claramente en 2Timoteo. 15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. [2Tim 3.15-17]
Según el versículo 15 arriba, Timoteo, durante el primer siglo, tenía las “Sagradas Escrituras”. Entonces, otra vez vemos que las Escrituras es algo que uno puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar todos los días para ser sabio. Según el versículo 16, toda esta Escritura que Timoteo tenía, leía y estudiaba para ser sabio, era “inspirada”. Ponga mucha atención a lo que la Biblia dice aquí. Este pasaje no se trata de “los originales” sino de copias y traducciones que Timoteo tenía en su posesión. El versículo 17 dice que esta Escritura inspirada (copias y traducciones de los originales) es todo lo que el cristiano necesita para llegar a ser y a hacer todo lo que Dios quiere. “Las Escrituras”, entonces, se refiere a lo que Dios escribió en los originales y que luego preservó a través de los siglos en las copias y traducciones de los mismos.
Como acabamos de ver, Timoteo tenía toda la Escritura inspirada, pero no tenía ningún “original”. Tenía copias de copias de copias de los originales. También tenemos que entender que la Escritura inspirada, además de ser una copia y no el original, puede ser también una traducción. Por ejemplo, todos los pasajes del Antiguo Testamento que se citan en el Nuevo, son traducciones del hebreo al griego. Si una traducción no puede ser inspirada (como dicen varios “eruditos cristianos”), todas las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo tampoco son inspiradas. En resumen, hemos visto que Dios inspiró los originales, palabra por palabra (2Ped 1.19-21) y que prometió preservar estas palabras para siempre (Sal 12.5-7; Mat 24.35). Las palabras inspiradas y preservadas de Dios forman lo que se llama “la Escritura”, el conjunto del Antiguo Testamento y el Nuevo (Luc 24.44-45; 2Ped 3.15-16).
Las Escrituras, el conjunto de las palabras de Dios, es una copia y a menudo una traducción de los originales (2Tim 3.15-17) que uno puede obtener, tener en su posesión, leer y estudiar todos los días de su vida (Hech 17.11). Por esta razón no dejemos de meditar cada día en la palabra de Dios...
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