CLASIFICACIÓN DE LOS PASAJES PARALELOS
a. PARALELOS VERBALES
Ocurre cuando la misma palabra aparece en una conexión similar o con referencia al mismo asunto general. Ejemplos: En Colosenses 1: 16 leemos: pues por El fueron creadas todas las cosas. Hay otro pasaje en que la obra creadora se atribuye a Cristo, a saber: Juan 1: 3, Hebreos 1: 10.
b.-En Efesios 1: 7 se señala que la redención se obtiene por medio de la sangre de Cristo. Esta misma verdad se repite en Colosenses 1: 14. En Hebreos 10: 14 se indica que mediante la ofrenda del cuerpo de Cristo se ha obtenido la perfección o la remisión de los pecados; esta interpretación se confirma con Hebreos 10: 18.
PARALELOS DE PALABRAS
Son aquellos pasajes similares en los cuales la semejanza o identidad no consiste en palabras o frases, sino en hechos, sucesos o asuntos o también en doctrinas. Ejemplos de pasajes paralelos de acontecimientos o sucesos.
a.- El acontecimiento: El ungimiento de Jesús en Betania: Juan 12: 1-8; Marcos 14: 3-9; Mateo 26: 6-13
b.- Acontecimiento: Jesús calma la tempestad: Mateo 8: 23-27; Marcos 4: 35-41; Lucas 8: 22-25
c.- Acontecimiento: La transfiguración de Jesús: Marcos 9: 2-13; Mateo 17: 1-13; Lucas 9: 28-36.
Nota: Para sacar provecho a los pasajes paralelos de acontecimientos o sucesos, se recomienda usar varios ejemplares de la Biblia, lo que le permitirá abrir al mismo tiempo las diferentes referencias bíblicas, a fin de hacer las debidas comparaciones, para lograr el cuadro completo de los detalles del suceso.
b. PARALELOS CONCEPTUALES
Los paralelos conceptuales existen donde hay correlación de hechos o de ideas, a pesar de que éstos se expresen con diferentes palabras. Este tipo de paralelismo lo podemos ver en He 2 y Fil. 2:2; en ambos, el tema es la humillación de Cristo. O en Rom. 3:24-26 y Heb. 9:11-10:14, cuyo contenido esencial es la redención por la muerte expiatoria de Cristo.
1. PARALELOS DE IDEAS
Paralelos de palabras o frases impropiamente denominados de este modo. Pueden ser considerados como paralelos impropios los que no tienen expresiones o palabras iguales, sino sinónimas.
Aquellos casos en que una expresión es más completa en un pasaje que en otro, pueden también catalogarse dentro de esta clasificación. Ejemplos: En 2 Samuel 8:18 leemos: «… y los hijos de David eran los cojanim» (que se traduce generalmente como sacerdotes). Gesenius afirma que esta palabra significa siempre sacerdotes, pero Fuerst replica que puede significar príncipes o prefectos, en el significado político.
Esta última opinión encuentra apoyo en el pasaje paralelo de 1 Crónicas 18:17, donde en una enumeración similar a la de 2 Samuel 8, leemos: … y los hijos de David eran los príncipes (ri’shonim). En el evangelio de Mateo 8:24 leemos: «y he aquí que se levantó un gran seismos».
En griego, esta palabra significa «terremoto», pero el contexto parece indicar algo diferente, y esto lo confirman los pasajes paralelos de Marcos 4:37 y Lucas 8:25, donde se usa la palabra lailaps, que significa «gran tempestad de viento». Asimismo, en Hebreos 1:3 leemos: «… habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo» (di’ heautou). (Variante textual del Texto Mayoritario.)
Esta expresión cargada de significado, di’ heautou, la explica el pasaje paralelo de Hebreos 9:26, que dice: «… por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado». En la edición inglesa, después de este párrafo, el autor ofrece un ejercicio de investigación etimológica. Hemos incluido una adaptación de dicho ejercicio para propósitos de referencia.
Ejercicio: Determine el significado de las siguientes palabras según la relación en que se encuentran y con la ayuda de los recursos internos que fueron mencionados: οἰκία (casa) 2 Corintios 5:1; πίστις (fe) Hebreos 11:1; καταπέτασμα (velo) Hebreos 10:20; ἐπελεύσεται ἐπὶ σὲ (vendrá sobre ti) Lucas 1:35; (los cimientos del mundo) Salmo 18:15; Ἰουδαῖος (judío) Romanos 2:28–29; ἐγένετο (fueron hechas) Juan 1:3, compárese con Colosenses 1:16; (ponen … en llamas) Proverbios 29:8; στοιχεῖα τοῦ κόσμου (los rudimentos del mundo) Gálatas 4:3, compárese con el v. 9; τὰ κρυπτὰ τοῦ σκότους (lo oculto de las tinieblas) 1 Corintios 4:5; σὰρξ καὶ αἷμα (carne y sangre) 1 Corintios 15:50; compárese Mateo 16:17 con Gálatas 1:16. Berkhof, L. (2005). Principios de interpretacion biblica. Translation of: Principles of Biblical interpretation. (77). Grand Rapids, Michigan: Libros Desafio.
2. PARALELOS DE ENSEÑANZAS GENERALES
Como un fin apropiado a esta parte de nuestro asunto, hacemos aquí algunas sugestiones acerca de la analogía de la f e. "Podemos definirla como aquella regla general de doctrina que es deducida, no de dos o tres pasajes paralelos, sino de la armonía de todas las partes de las Escrituras que tratan de los puntos fundamentales de fe y práctica. La analogía de la fe está basada en dos principios fundamentales: primero, que "todas las Escrituras han sido dadas por inspiración divina," y constituyen, por lo tanto, un todo consistente, ninguna de cuyas partes puede ser interpretada en contradicción con el resto; segundo, que las verdades a que la Palabra de Dios da la mayor prominencia, y que inculca en la más grande variedad de formas, han de ser las de mayor importancia. Así comprendida, la analogía de la fe es una guía segura para la comprensión del significado del Libro Inspirado.
El que la siga ha de estudiar toda la Palabra de Dios inteligentemente y en oración, y no ciertas partes especiales de ella solamente; puesto que es de toda la Biblia de donde tomamos el sistema de Revelación Divina en su justa y completa proporción. "Si vamos a las Escrituras con opiniones preconcebidas y nos sentimos más deseosos de dar al texto el sentido que coincide con nuestras opiniones, más bien que el que coincide con la verdad, entonces se convierte en la analogía de nuestra fe, y no en la analogía de todo el sistema." Además, el que sigue la verdadera analogía de la fe, no permitirá que ninguna doctrina que pertenezca al tenor de la Revelación Divina sea debilitada o echada a un lado en interés de otra doctrina también bíblica.
Las Escrituras enseñan, con gran frecuencia y claridad, por ejemplo, que los hombres son salvados, no por el mérito de sus obras, sino simplemente por la libre gracia de Dios por medio de la Se en Cristo. También enseñan con igual frecuencia y claridad, que sin arrepentimiento y obediencia a la ley divina, no hay salvación. Estas dos declaraciones no son contradictorias, sino que se suplementan mutuamente; porque simplemente presentan dos lados del mismo plan de salvación. Sin embargo, pudiera sucede r que a algún estudiante bíblico le fuera imposible conciliar, de una manera lógica, dos declaraciones como las siguientes: "Concluimos pues que el hombre es justificado por fe, aparte de las obras legales" Rom. 3:28); "No todo aquel que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; sino el que hiciese la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mat. 7:21). ¿Qué hemos, pues, de aconsejarle que haga? Es bien claro que su primer deber es recibir y sostener ambas doctrinas.
Después puede tratar de reconciliarlas de una manera lógica; pero si fracasa en esta obra, no debe negar una doctrina, o desmeritar su importancia, en interés de la otra. El mismo principio es aplicable a otras muchas dificultades doctrinales, cuya enumeración no es necesario que hagamos aquí. Finalmente, un verdadero respeto a la analogía de la fe hará que nuestro sistema de creencia y práctica sea completa, y bien proporcionada en todas sus partes. Cada declaración de la Palabra de Dios ha de ser recibida en espíritu de re verencia y obediencia. Pero por cuanto que las Escrituras insisten más en unas doctrinas que en otras, lo justo es que, en este respecto, aceptemos la guía del Espíritu Santo. El anhelo de todo fiel creyente debe ser dar a cada doctrina y precepto de la Revelación el lugar y la prominencia que se le asigna en la Biblia. Y sobre todo, ha de tener especial cuidado en evitar que los pasajes oscuros y dudosos de las Escrituras sean interpretados en forma tal que vengan a contradecir las más claras enseñanzas de la Palabra Inspirada.
El estudio práctico de la Biblia, esto es, su estudio como "útil para enseñanza, para reprensión, para corrección, para instrucción en justicia," se resume en una gran parte a la comparación de una Escritura con otra Escritura, y especialmente a la comparación de paralelismos doctrinales. Todo lo que la Biblia enseña desde el Génesis hasta Revelación con respecto a la personalidad y atributos de Dios, su gobierno providencial, la persona y oficios ale Cristo y el camino de la salvación por él, el destino final de los justos y de los injustos, todo debiera ser diligentemente comparado, a fin de que del todo podamos obtener un más completo y bien proporcionado sistema de fe y práctica, según se encuentra contenido en las páginas de la Inspiración. Mientras dejemos de hacer semejante cosa, nuestra concepción de la verdad divina será defectuosa y desproporcionada. La solemne amenaza que se hace con respecto al último libro de la Biblia es también aplicable a toda la Revelación: "Si alguno pus adición a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro: y si al, uno quitase de las palabras de esta profecía, quitará Dios su parte del libro de la vida, y de la ciudad santa y (le las cosas que están escritas en este libro. Rev. 22:18, 19.
3. PARALELOS SINÓNIMOS
Presentamos aquí algunos pasajes en los cuales las diferentes líneas o miembros presenten el mismo pensamiento con ligeras alteraciones en la forma de expresión.
Especificaremos tres clases de paralelos sinónimos:
a) IDÉNTICO. Se llama así cuando los diferentes miembros se componen de las mismas o casi las mismas palabras: Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca (Prov. 6:2).
Alzaron los ríos, oh Jehová, Alzaron los ríos su sonido; Alzaron los ríos sus ondas (Salmo 93: 3).
b) SIMILAR, cuando el sentimiento es, substancialmente el mismo pero el lenguaje y las figuras son diferentes: Porque él la fundó sobre los mares, Y afirmóla sobre los ríos (Salmo 24.: 2).
¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto? (Job. 6: 5).
c) INVERTIDO se llama cuando existe una inversión o trasposición de palabras o sentencias, de manera que se cambia el orden del pensamiento: Los cielos cuentan la gloria de Dios Y la obra de sus manos denuncia la expansión. (Salmo 19:1)
No guardaron el pacto de Dios
Ni en su ley quisieron andar (Salmo 78:10).
4. PARALELOS SINTÉTICOS
El paralelismo sintético o constructivo consiste, según la definición de Lowth, "sólo en la firma de construcción, en la que una palabra no responde a otra ni una sentencia a otra sentencia, como equivalentes u opuestas; pero hay una correspondencia e igualdad entre diferentes proposiciones con respecto a la forma y giro de toda la sentencia y de las partes constructivas, tales como el nombre respondiendo al nombre, el verbo al verbo, el miembro al miembro, la negación a la negación, la interrogante a la interrogante". Deben notarse dos clases de paralelos sintéticos:
a) CORRESPONDIENTE, es cuando existe una correspondencia formal e intencional entre sentencias relacionadas, como en el ejemplo siguiente tomado del Salmo 27:1, donde la primera línea corresponde con la tercera y la segunda con la cuarta:
Jehová es mi luz y mi salvación,
¿De quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida
¿De quién he de atemorizarme?
Este mismo estilo de correspondencia se nota en el siguiente paralelismo antitético compuesto:
Avergüéncense y sean confundidos a una Los que de mi mal se alegran, Vístanse de vergüenza y de confusión Los que se engrandecen contra mí. Canten y alégrense Los que se deleitan en, mi justicia Y digan siempre: Sea ensalzado Jehová, Que ama la paz de su siervo (Salmo 35:26-17)
b) ACUMULATIVO, cuando hay una culminación de sentimiento que corre a través de los paralelos sucesivos; o cuando existe una constante variación de palabras y de pensamientos por medio de la simple acumulación de imágenes o de ideas:
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo [malos Ni estuvo en camino de pecadores Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia Y en su ley medita de día y de noche (Salmo 1:1-2).
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, Llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino Y el hombre inicuo sus pensamientos;
Y vuélvase a Jehová, quien tendrá misericordia de él; Y al Dios nuestro, quien será amplio en perdonar. (Isaías 55:6-7).
Pero aparte de toda forma artificial, el idioma hebreo en sus palabras, frases idiomáticas, conceptos vívidos y poder pictórico posee una simplicidad y belleza notables. Aun en su conversación ordinaria ocurren frecuentemente las sentencias patéticas, las exclamaciones sublimes y las profundas sugestiones. ¡Cuán a menudo ocurre en la simple narración la expresión (que en hebreo es una palabra) "he aquí"! ¡Cuán gráficamente se describen aun el proceso y el orden de la acción, en pasajes como los siguientes:
"Levantó Jacob sus pies y fuese a la tierra de los hijos del Oriente". (Gén. 29:1). "Alzó su voz y lloró... Y así que oyó Laban las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirle y abrazarlo y besólo y trájole a su casa" (v. 11-13). "Y alzando Jacob sus ojos, miró y -¡he aquí!- venía Esaú". (Gén. 33:1) .
Por otra parte, hay muchos pasajes donde alguna elipsis notable vigoriza la expresión: "...ahora, pues, porque no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y coma, y viva para siempre, y sacóle Jehová, del huerto del Edén" (Gén. 3:22). "¡Vuélvete, oh Jehová, ¿hasta cuándo?" (Salmo 90:13) . El esfuerzo de los traductores ingleses por suplir la elipsis del Salmo 19:3-4, estropea el verdadero significado. Dicen ellos: "No hay dicho ni lenguaje donde su voz no sea oída". La versión castellana, fiel al hebreo, es mucho más expresiva, dándonos a entender que aunque los cielos no tienen lenguaje o voz audible, tales como los que el hombre usa, sin embargo han sido extendidos, como un hilo de medir, sobre la superficie de toda la tierra y, aunque mudos, poseen sermones para las almas reflexivas en todas partes del mundo habitable. Incumbe a la Hermenéutica Especial el reconocer la forma retórica y distinguir el pensamiento esencial del modo de expresión en que puede presentárselo. No es la expresión literal sino la enajenación espiritual congénita lo que nos capacita para comprender la fuerza de un pasaje tal como Deut. 32:22: Porque fuego se encenderá en mi furor, Y arderá hasta lo profundo del Sheol; Y devorará la tierra y sus frutos Y abrazará los fundamentas de los montes.
El lenguaje impresionante de Zacarías 11:1-2, no pierde nada del poder de impresionar por el hecho de que el discurso se dirija a las montañas y los árboles como si fuesen seres conscientes: ¡0h Líbano, abre tus puertas y el fuego queme tus cedros! ¡Aúlla, oh haya, porque el cedro cayó, los magníficos son [talados! ¡Aúlla, oh haya, porque el cedro cayó, los magníficos son [derribado!
No hay para qué suponer que en la calamidad anunciada por este oráculo ni un solo cedro del Monte Líbano ni un alcornoque de Basán fuesen destruidos. El lenguaje es el de las imágenes poéticas, adaptado a producir impresiones y a transmitir la idea de una extensa ruina, pero sin tener nunca la intención de ser entendido literalmente. Y lo mismo pasa con las sublimes descripciones dé Jehová que se hallan en los Salmos y los Profetas, su inclinarse a mirar desde los cielos y descender con una nube debajo de sus pies; su cabalgar sobre un querubín y el hacerse visible en las alas del viento (2 Sam. 22:10 -11; compare con el Salmo 18:9-10; Ezeq. 1:13-14; su estar de pie y medir la tierra; su cabalgar en caballos y andar en carrozas de salvación, con rayos procedentes de sus manos y el resplandor de su fulgente lanza asombrando al sol y a la luna en los cielos (Hab. 3:4, 6, 8, 11); todos estos pasajes y otros semejantes a ellos no son más que descripciones poéticas de la potencia y la majestad de Dios en su administración providencial del mundo. Las figuras especiales de lenguaje usadas en tales descripciones se discutirán en los capítulos siguientes.
5. PARALELOS ANTITÉTICOS.
Bajo esta división cae todo pasaje en el cual hay contraste u oposición de pensamiento presentado en las diferentes sentencias. Esta clase de paralelismo abunda, especialmente, en el libro de Proverbios, por el hecho de adaptarse particularmente para e xpresar máximas de sabiduría proverbial. Hay dos formas de paralelismo antitético:
a) SIMPLE, cuando el contraste se presenta en un solo dístico de sentencias simples: La justicia engrandece la nación Pero el pecado es afrenta de las naciones. (Prov. 14.: 34 ) .
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces. (Prov. 15:2) .
Porque un momento será su furor Mas la boca de los necios hablará sandeces. (Prov. 15:2) .
b) COMPUESTO, cuando hay dos o más sentencias en cada miembro de la antítesis: El buey conoce a su dueño Y el asno el pesebre de su señor; Israel no conoce, Mi pueblo no tiene entendimiento (Isaías 1:3).
Por un momentito te dejé; Más te recogeré con grandes misericordias.
Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un [momento; Mas con compasión eterna tendré compasión de ti. ( Isaías 54: 7-8 ). Que Dios está comunicando a nosotros. No venimos para imponer en ella nuestras interpretaciones, pensamientos, y conclusiones preformadas, sino somos estudios en los pies de Dios. La caracteriza más importante para el intérprete es que sea un buen estudiante. Esto quiere decir que aprende de Dios y la Biblia, por medio del Espíritu Santo viviendo y guiándole espiritualmente, y no trata de imponer sus conceptos en sus enseñanzas y predicaciones.
Hay varios libros escritos sobre la Biblia que se tratan de asuntos como los años perdidos de Jesús, o el código DaVinci, u otros. Se tratan de asuntos en que la Biblia es silente, como los años entre el nacimiento de Jesús y el principio de su ministerio. Simplemente, la Biblia no especifica que pasó en estos años. Su proposición es de imponer ideas no declaradas en la Biblia en un contexto para que la gente crea en ello. (de las notas de clase del Dr. Mike Stallard, Baptist Bible Seminary -- énfasis suyo).
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