¡Buen día, querida familia de la fe! 🙌💖
Hoy iniciamos una semana especial en la presencia de Dios. Que cada paso que demos esté dirigido por Su Espíritu y que nuestro corazón permanezca firme en el llamado eterno que Él nos hizo.
Tema: Elegidos para dar fruto eterno
Lectura bíblica: Juan 15:16
Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros…” (Juan 15:16). El verbo griego μένῃ (ménei), traducido como “permanezca”, significa continuar, mantenerse en pie, ser constante. No es un fruto momentáneo, sino un legado eterno.
Esto nos recuerda que no somos producto de la casualidad. Fuimos escogidos por el Señor con un propósito claro: dejar huellas que no se borren con el tiempo. Las obras humanas pueden desaparecer, pero el fruto que proviene del Espíritu Santo permanece y trasciende generaciones.
En nuestra vida diaria, corremos el riesgo de enfocarnos en resultados inmediatos —éxitos laborales, metas personales, reconocimiento social—, pero Jesús nos invita a mirar más allá. La verdadera grandeza no está en lo que acumulamos, sino en lo que sembramos en otros.
La historia de Dietrich Bonhoeffer es un claro ejemplo. Aun cuando enfrentó la persecución nazi y murió joven, su legado de fe y enseñanza sobre el discipulado sigue impactando al mundo. Su fruto permanece porque estaba enraizado en Cristo.
Hoy el Señor nos recuerda: no vivimos solo para este presente, sino para lo eterno. Nuestro llamado es a permanecer en Él y a dar un fruto que sea testimonio de Su gloria.
Reflexión y oración:
Señor, gracias por elegirme y llamarme a dar fruto eterno. Ayúdame a vivir con propósito y a sembrar en otros la fe que transforma. Que mi vida sea un legado que bendiga generaciones y glorifique tu nombre. Amén.
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