TEMA: LA GRANDEZA DE SER SIERVO
Llegar a ser un siervo diligente en una iglesia no es difícil, no necesita un título, un estatus sociocultural o pertenecer a un grupo élite económicamente hablando, lo único que necesita es un corazón, obediente, dispuesto a servir y a agradar al Señor.
La grandeza y la clave del servicio, la vemos plasmada en Mateo 20:28, sin duda alguna, servir al Señor es un privilegio, no un puesto de superioridad, cuando servimos a Dios, estamos dando una prueba de nuestra fidelidad 1 Timoteo.1:12, nuestro servicio, es un principio del reino, y que hermoso sera escuchar “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25:23.
El Señor nos ha dotado de dones, talentos para ponerlos a su servicio, si no cumplimos las demandas de Dios del servicio, tendremos nuestras consecuencias Lucas 12:48, es necesario que mantengamos una actitud adecuada, siempre dispuestos permanentemente, con un deseo ferviente, en que todo lo que hagamos lo hagamos como para el Señor.
Cuando disponemos toda nuestra vida al servicio de nuestro creador, tendremos las mas ricas bendiciones, 2 Corintios 9:12:14 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.
Mateo 24:46, Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. La venida del Señor es inevitable, nuestra obligación es permanecer, preparados en todo tiempo para que el Señor nos encuentre haciendo su voluntad. Todos los que están dispuestos a ser parte del equipo de siervos de Dios, deben comprender que el servicio tiene un gran margen de extensión o alcance, ya que servimos a gente que no conoce de Dios, servimos a creyentes, y sobre todo servimos para extender el reino del Señor aquí en la tierra. Si usted desea empezar a servir a Dios con todo tu corazón, el primer paso es tener una buena comunión con él, entregando su vida por completo. Por eso hoy le invito a hacer un compromiso de fidelidad a Dios en su servicio.
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