2Co_5:17-20 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Dios en todo tiempo nos está llamando, para que seamos hechos conforme a la imagen de Jesucristo, esto quiere decir, que seamos nuevas criaturas, la expresión "en Cristo" ilustra tan bien el milagro de la salvación, Pablo usa a menudo en sus epístolas y reiteró que la salvación es una transformación que une al creyente en un maravilloso compañerismo con su Creador y Redentor. También muestra que la salvación no es un rito ni un deseo de cambiar. La salvación es una vida nueva, no consiste en asistir a una iglesia, llevar una Biblia conmigo, ni una serie de buenos propósitos que tarde o temprano se rompen.
Todo lo que somos, todo lo que, e incluso el mismo hecho de convertirme en nueva criatur, "Y todo esto proviene de Dios" Co_5:18, significa que todo el cambio milagroso en la vida de un pecador arrepentido comienza en Dios, no en el hombre. Es Dios quien ha determinado redimir al hombre. Él ha enviado a su Hijo para morir por la humanidad y a su Espíritu Santo para redargüir a los hombres de sus pecados para que vengan a Él.
Tengo la obligacion de informarme cual es mi responsabilidad, nada podría describir con más exactitud la misión que Dios le dio a Pablo que la frase, "el ministerio de reconciliación". he escuchado a varias personas expresar que esto consiste en reconciliar a dos personas después que han estado separadas por ciertos conflictos, pero lo que en este pasaje en ministerio consiste en reconciliar al hombre pecador con Dios.
El hombre fue creado a imagen de Dios pero cayó a causa de su propia desobediencia. Dios no le dio la espalda al hombre; el hombre dejó a Dios. Dios nunca quiso estar separado de su creación, pero la separación sucedió debido a que su creación se reveló, Dios en su infinito amor por la reconciliación con la humanidad, dio lo mejor que tenía, esto es, a su unigénito Hijo. Para que el hombre pueda reconciliarse con Dios debe venir a Él a través de Cristo Jesús. No hay otro camino.
Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo, esto lo vemos en el versículo 19, cuando Jesús estaba en la tierra y exhortaba a los pecadores que regresen a Dios, el pecador para que no tenga que pagar las consecuencias eternas de su rebelión. La deuda se ha transferido a Jesús, y Él la ha pagado en su totalidad, Dios nos encarga a nosotros y nos da la palabra de la reconciliación, examinando el contexto bíblico, vuelvan a Dios.
Después de su conversión Pablo pasó la vida hablándoles a otros de las buenas nuevas dondequiera que iba. Era el embajador que representaba al Rey de reyes en la tierra. Jesús había regresado al cielo, pero Pablo estaba de pie "en nombre de Cristo" para llamar al mundo perdido: "Reconciliaos con Dios". La misión hoy no ha cambiado. Hay que llevar el mensaje de reconciliación al mundo perdido lo cual es la esencia del verdadero servicio cristiano.
Servir a Dios y a otros no debe ser para nosotros, una carga, ya que nuestra motivación para servirle debe ser el amor, por esta razón, Pablo pese a todas las dificultades por las que atravesó, nada inpidio que el siguiera anunciando el evangelio, pablo alcanzo una confianza tal en Dios, que todo problema era insignificante en comparación con la fortaleza que recibía de su relación con Jesús.
Clamo al Señor para que ese mismo amor, manifestado por Pablo, inunda a cada miembro de la Iglesia, y no solo en la iglesia que Dios me permitió dirigir, si no en todas las iglesias donde se predique la verdadera palabra de Dios, en agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho por ella, no podríamos dar menos, no escatime su tiempo, esfuerzo y todo lo que tiene para ponerlo en el servicio de la obra de Dios.
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